El ‘Sgt. Pepper’ de los Beatles cumple medio siglo

El icónico disco con el que los Beatles cambiaron las reglas del juego cumple 50 años. «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» sigue fascinando y su vigencia es inalterable.

El octavo disco de Los Beatles apareció en el mercado el 1 de junio de 1967 y de forma inmediata revolucionó la música popular transformándola para siempre. «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» fue el trabajo más influyente de la banda de Liverpool; marcó un antes y un después en la historia por su innovación y excelente calidad musical, pero también será recordado siempre por su extraña e icónica carátula tantas veces compartida y homenajeada.


Un punto de inflexión en la historia del grupo.

Cansados de estar obligados a grabar un nuevo disco cada seis meses, lanzar el mayor número de sencillos posible y participar en giras interminables -con unos 1.400 conciertos organizados en sólo tres años-, el grupo decidió separar su música de la imagen comercial que habían estado proyectando hasta el momento y tanta locura desataba entre sus fans. Se sentían atrapados por su propio éxito. Además, el último tour se había presentado lleno de inconvenientes tras las declaraciones de Lennon a la periodista Maureen Cleave afirmando que los Beatles eran «más populares que Jesucristo«. El espontáneo comentario -que en su momento había pasado desapercibido en Inglaterra- provocó después una serie de protestas en Norteamérica que derivaron en multitudinarias quemas de discos e intentos de boicot por parte del Ku Klux Khan. La preocupación de Bryan Epstein por la seguridad del grupo, ante las frecuentes amenazas de muerte recibidas, lo obligaron a sustituir las habituales limusinas por furgones blindados para los traslados en cada ciudad de la gira.

Por ello, el 29 de agosto de 1966, después de cerrar su tercera gira por Estados Unidos en el Candlestick Park de San Francisco ante 25.000 personas (el estadio tenía capacidad para 42.500), decidieron alejarse definitivamente de los escenarios, la beatlemanía y los gritos ensordecedores, para descansar un par de meses y centrarse exclusivamente en la búsqueda de sonidos renovados con los que perfeccionar su música de estudio. Fue la última vez que tocaron en vivo… hasta aquel histórico 30 de enero de 1969, cuando volvieron a hacer sonar sus amplificadores en la azotea de Apple Corps -en el número 3 de Saville Row- durante la preparación del álbum de despedida «Let it be».

El setlist de Candlestick Park contó con once canciones -«Rock and Roll Music», «She’s a Woman», «If I Needed Someone», «Day Tripper», «Baby’s in Black», «I Feel Fine», «Yesterday», «I Wanna Be Your Man», «Nowhere Man», «Paperback Writer» y «Long Tall Sally»- y no superó los 30 minutos de duración. Las limitaciones técnicas de la época hacían que los gritos que llegaban desde las gradas apagaran la música transmitida por los rudimentarios amplificadores situados sobre el pequeño escenario, aislado en el mismo centro del estadio y completamente rodeado por un alambrado metálico de dos metros de altura. Ante el caos provocado, los músicos ni siquiera escuchaban sus propios instrumentos y lo que el público percibía -a través del equipo de megafonía del propio recinto- era lo más parecido al sonido de un transistor sonando desde el otro lado de la calle.

Antes de comenzar, sabían perfectamente que el concierto de San Francisco marcaría un punto de inflexión en la trayectoria del cuarteto y así fue. Pocas horas después, todos volaron a Los Angeles y desde ahí… volvieron a casa para desconectar con unas pequeñas vacaciones y empezar a plantear un nuevo trabajo donde la música, en lugar de la histeria provocada por el fenómeno fan, tuviese el principal protagonismo.


El primer álbum conceptual de la historia.

Concebido como una banda municipal dirigida por el Sargento Pimienta -el alter ego inventado para liberarse de identidades pasadas-, la grabación del nuevo álbum les sirvió para experimentar todos los límites sonoros posibles, alejados de cualquier presión, durante cuatro largos meses de encierro en los entonces estudios EMI del número 3 de Abbey Road. Curiosos efectos de sonido, ruido de muchedumbre y afinación para la apertura festiva y triunfal del álbum, gallos cantando en el tema «Good morning, good morning»… o una orquesta sinfónica de 40 músicos añadiendo una pared in crescendo en el fabuloso «A day in the life» para diferenciar sus dos historias superpuestas, hacen de este trabajo una joya atemporal que ha resistido magníficamente el paso del tiempo. Además, para que la idea fuese más efectiva, decidieron adoptar un cambio estético radical basado en la sustitución de sus elegantes trajes por casacas de colores y grandes bigotes, en consonancia con el giro que había dado su pop comercial de siempre hacia la psicodelia y las estructuras más complejas.

El propio George Martin definió su sonido como «expansivo» por el particular efecto logrado por las condiciones del estudio. Por si eso fuera poco, «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» se convirtió en el primer disco de la historia donde aparecían impresas las letras de todas las canciones para adentrarnos de forma más eficiente en el universo artístico creado por los Fab Four.

Por todo ello, no se trata de disco como cualquier otro, ni una colección de singles inconexos tan habituales durante aquella época. El planteamiento es absolutamente innovador al simular un recital sin interrupciones que comienza con la banda afinando y termina con la misma composición de la apertura antes de alcanzar el delirio con «A day in the life», que sería el «bis» del concierto. La música prácticamente no se interrumpe; las canciones se van encadenando sutilmente o los silencios se acortan mucho más de lo normal para un álbum pop de aquellos años.

El vinilo permaneció durante 27 semanas en el número uno de las listas en Reino Unido, alcanzando un volumen estimado de ventas de 32 millones de ejemplares hasta el día de hoy. Por ser absolutamente innovador -desde su estructura hasta las técnicas de grabación- fue incluido en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos como un bien «cultural, histórico y estéticamente significativo».


¿Quién es quién en la icónica portada del disco?

Para la disposición de la carátula, el diseñador Peter Blake y su esposa Jann Haworth pidieron a John, Paul y George -Ringo prefirió delegar en sus compañeros- elegir a sus personajes favoritos. La imagen, que desde el primer instante se convirtió en icónica, intenta simbolizar al público que acompaña a esa banda ficticia de los Corazones Solitarios liderada por el Sargento Pimienta durante una de sus actuaciones.

Alistair Crowley (experto en magia negra y autor de la Biblia Satánica), Mae WestMarilyn MonroeCarl Marx y SigmundFreud (escondido bajo Bob Dylan)Marlon Brando, Oscar WildeLawrence de Arabia, Edgar Allan Poe, Fred Astaire, Tyrone Power, David Livingston, Johnny Weissmuller, Lewis Carroll, Marlene Dietrich, Stan Laurel & Oliver Hardy, Marlene Dietrich o Albert Einstein (tapado por John Lennon), fueron algunos de los elegidos. Los que no aparecen por decisión de la discográfica -aunque fueron barajados en su día- son Adolf Hitler (por elección de Lennon), Jesucristo, Mahatma Gandhi y el actor Leo Gorcey al pedir 400 libras por derechos de imagen que, como era de esperar, le fueron rechazados.

El collage fue realizado con fotografías ampliadas a tamaño natural sobre cartón duro, en algunos casos pintadas a mano. El Museo Madamme Tussaud prestó nueve figuras de cera de su colección privada (los cuatro Beatles, George Bernard Shaw, Diana Dors, Sonny Liston, Dr. Livingston y Lawrence de Arabia), completando la decoración con una palmera, arreglos florales y algunos pequeños objetos sobre un fondo de papel azul simulando el cielo para abaratar costes. Hoy hubiera sido muy fácil realizar el montaje con ordenador, pero en aquel momento fueron necesarias tres intensas horas de trabajo y numerosas tomas hasta elegir la adecuada. Las sesiones tuvieron lugar en el estudio del fotógrafo Michael Cooper, en Chelsea, el 30 de marzo de 1967.

Accediendo a la siguiente foto interactiva (es recomendable verla en una pantalla grande), podréis descubrir quién es quién dentro de la famosa portada. Los personajes rodeados con un círculo rojo, habían fallecido antes del estreno del disco en 1967; los identificados con color amarillo, murieron en años sucesivos; los de azul pertenecen a maniquíes, figuras o modelos de cera y los del círculo verde -sólo cuatro- son los que siguen vivos a día de hoy: Ringo Starr, Paul McCartney, Bob Dylan y Larry Bell. En total, se contabilizan 69 personas y 15 objetos alternativos; como un aparato de televisión, una muñeca de la diosa hindú Lakshmī, una estatua de piedra de la casa de Lennon, un gnomo de jardín, la muñeca de trapo de Shirley Temple con la inscripción «Welcome the Rolling Stones» en su camiseta o una figura de piedra de Blancanieves, entre otros.  La imagen, además, contiene numerosas pistas ocultas sobre la tan comentada muerte de Paul McCarney  y su posterior reemplazo por Billy Shears (William Campbell) en la teoría conocida como «Paul is dead»; aunque eso, bien merece un próximo especial en Plásticos a 45 que próximamente trataremos en profundidad y con todo lujo de detalles.


Diez curiosidades sobre «Sgt. Pepper’s».

1.- Originalmente, el álbum fue titulado simplemente como «Dr. Pepper’s…», pero la banda se vio obligada a cambiarlo al descubrir que el nombre ya estaba registrado por una compañía de refrescos norteamericana.

2.- «Penny Lane» y «Strawberry fields forever» fueron lanzados como singles previos al octavo disco. En un principio, fueron concebidos para formar parte de un trabajo temático sobre la infancia de los Beatles, pero el cambio de ideas sobre «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» motivó su presentación independiente.

3.-La edición original del vinilo, incluía un cartón con recortables (un bigote, galones de sargento, una tarjeta, dos insignias y los Beatles transformados en la banda del Sgt. Pepper). También se añadía una funda interior decorada por un grupo de diseñadores holandeses conocidos como The Fool. Estos dos extras han vuelto a ser recuperados en las nuevas ediciones remasterizadas.

4.- Dispuestos a lograr un sonido radicalmente distinto a todo lo que habían hecho anteriormente, los Beatles manipularon técnicamente voces e instrumentos. Comprimieron, distorsionaron, añadieron eco… y trataron de experimentar al máximo durante las sesiones de grabación.

5.- Desmintiendo todos los rumores, Peter Blake aseguró que las plantas que aparecen en la fotografía de la carátula no son de marihuana.

6.-Paul McCartney conoció a la fotógrafa Linda Eastman el 19 de mayo de 1969, durante la fiesta de presentación del álbum en la casa de Brian Epstein. Contrajeron matrimonio el 12 de marzo de 1969 y permanecieron unidos hasta el día que Linda falleció víctima de un cáncer el 17 de abril de 1998.

7.- Paul McCartney propuso contar con 90 músicos para realizar el puente de «A day in the life», pero EMI sólo autorizó 40. Para dar simular una orquesta mayor, McCartney y George Martin transfirieron cada una de las tomas en una sola cinta de cuatro pistas, ofreciendo así la impresión de tener a 160 músicos tocando.

8.- Mal Evans, asistente personal de los Beatles, pasó más de cuatro horas sacando brillo a los instrumentos que Paul, John, Ringo y George sostienen en la carátula del álbum.

9.- En la segunda cara, cerrando el disco tras «A day in the life», John Lennon añadió una nota de alta frecuencia «para molestar a los perros» -de aproximadamente 15 kilociclos- imperceptible para el oído humano.

10.- En el surco de salida, justo después de la nota de alta frecuencia, también incluyeron unos segundos de galimatías pensando en todos aquellos oyentes cuyo tocadiscos no se detiene automáticamente. Al llegar al final, la aguja sigue dando vueltas con una especie de loop interminable que sustituye al característico chasquido de cualquier vinilo. Para grabar ese fragmento de sólo dos segundos y hacerlo coincidir, invirtieron ocho horas de trabajo hasta las tres de la madrugada.


Edición Deluxe conmemorativa.

El pasado 26 de mayo se puso a la venta una edición especial conmemorativa del 50 aniversario de «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band». La revisión se presentó con nuevas mezclas en estéreo y audio 5.1 Surround, además de sesiones inéditas e interesante material de vídeo. Gilles Martin, hijo del productor George Martin, ha sido el encargado de trabajar con todo el material original para presentarnos la edición más completa, mejor restaurada y esperada por los nuevos fans de la banda de Liverpool; aunque somos muchos los que seguimos prefiriendo la grabación original con sus defectos, limitaciones técnicas de la mezcla y variables realizadas por una única grabadora de cuatro pistas, fallos de ejecución, ecualización condicionada, sonido gastado… Todo esto ha desaparecido en la nueva masterización, se han pulido imperfecciones nivelando instrumentos y mejorando frecuencias; ahora se escucha impecable, perfecto, como si hubiese sido grabado ayer mismo.

Resulta evidente que la edición deluxe debe formar parte de nuestra colección de discos por su asombrosa calidad, pero nunca hay que olvidar el formato original, tal y como fue concebido durante aquellas míticas sesiones de 700 horas -desde finales de noviembre de 1966 al 21 de abril de 1967-, en sus mezclas primigenias en mono y estéreo, porque ahí se encuentra la verdadera esencia de un álbum que nació hace medio siglo para cambiar la historia de la música.


«Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» (Deluxe Edition) (2017)

«Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» (Remastered) (2009)

(NOTA: Para escuchar ambas versiones, debes ser usuario de SPOTIFY con la aplicación instalada en tu ordenador o dispositivo móvil).

JULIO JESÚS TÉBAR


12 Comments

  1. Para mí, siempre será el mejor disco de los Beatles.
    Lo tengo en vinilo original. Es una de mis más preciadas joyas.

  2. Tienes toda la razón. Rompieron con todo lo que habían estado haciendo antes y les salió bien. Muy completo. Hay datos que no conocía. ¡Un fuerte abrazo, crack!

  3. Recuerdo escucharlo en casa. Mi padre lo tenía puesto a todas horas y me llamaba la atención su sonido «extraño». Ahora aprecio mejor la revolución musical de la que hablas para la época en la que fue creado.

    Un besazo y enhorabuena por el programa. Te sigo desde hace años. Muaakkkk.

  4. Muy buen artículo, Julio. Coincido contigo en lo de las nuevas mezclas. Tampoco soy partidario. Se escucha mejor, pero ha perdido originalidad. Es como si a una pintura de Velázquez le cambian los colores para que se vea mejor. El cuadro sigue estando ahí, pero ya no es el mismo porque no es como lo imaginó el pintor.

    Analizando la nueva edición he comprobado que las voces están ahora en un plano más lógico, pero no me acostumbro a escuchar un disco de los Beatles con una mezcla tan perfecta. Además, suena con el volumen muy alto, han abusado de la compresión y se ha sacrificado la dinámica.

    De todas formas, también opino que el hijo de George Martin hecho un buen trabajo y la edición mejorada es ideal para que las nuevas generaciones descubran uno de los mejores discos de toda la historia.

    Un saludo desde Córdoba.

  5. Hola, Julio.
    ¿Es cierto que la canción «Lucy in the Sky with Diamonds» está dedicada al LSD?

    • Hola, M. José.

      El curioso hecho de las iniciales del título formando la palabra LSD, ha mantenido vivo el rumor durante todos estos años; sin embargo, ellos siempre lo han desmentido asegurando que se trata de una pura coincidencia.
      McCartney explica que el título fue tomado de un dibujo realizado por Julian Lennon -hijo de John- donde aparecía representada una niña de cuatro años, compañera del colegio, llamada Lucy. Al mostrarlo en casa, el mismo Julian lo describió como «Lucy in the Sky with Diamonds».
      La letra está inspirada en el cuento de Lewis Carroll «Alicia en el País de las Maravillas». De todas formas, la leyenda sobre el tema siempre estará presente.

      Aquí te dejo un regalito. Es la primera toma del tema, recuperada en la edición Deluxe de «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band».

      Muchas gracias y un saludo.

  6. Reconozco que no soy muy fan de los Beatles pero este disco siempre me ha parecido una obra maestra. Hay que tenerlos bien puestos para tener la fama que tenían y arriesgarlo todo con un cambio musical y de aspecto tan radical. Era el momento y acertaron.

  7. Buenas tardes, Julio. También hay una edición de 6 discos que incluye el de las nuevas mezclas y otro con la transferencia de la mezcla en mono original. La caja cuesta más de 100 pavos, pero merece la pena. También trae un Blu-ray y un DVD con las canciones mezcladas en 5.1 además de vídeos, tomas alternativas y un montón de material. Aún falta mucho para los Reyes, pero en mi cumpleaños seguro que cae. Un abrazo, crack!! Muy bueno el artículo.

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