Revolución de la modernidad… o esnobismo

john_mausHay quien asegura que John Maus es el epítome de la modernidad, un genio incomprendido por la mayoría. De hecho, su tercer disco «We must become the pitiless censors of ourselves» ha sido descrito por la revista musical Pitchfork como «un paseo entre la sinceridad y el surrealismo absolutamente vibrante». ¡Casi nada! Lo cierto es que el álbum es bastante atractivo y reune una interesante colección de piezas pop aderezadas con sintetizadores muy ochenteros entre las que personalmente podría destacar «Believer» y «Quantum Leap». Sin embargo, siempre he opinado que la calidad de un artista no se demuestra en el estudio, sino en directo. Por eso, me parece incomprensible el circo en el que convirtió su esperada visita a la capital de España al sustituir las letras por gritos casi endemoniados, movimientos descontrolados y puñetazos en la cabeza. Sin duda, un lamentable espectáculo que fue recibido por muchos como una tomadura de pelo y falta de respeto hacia los que habían pagado religiosamente su entrada con la ilusión de disfrutar de un concierto en condiciones. ¡Ah! Y todo ello sobre una base con su propia voz grabada en playback, que esa es otra.

Puede que sea el no va más del modernismo musical, pero si ya me parecían asombrosos los alaridos de Yoko Ono en extrañas actuaciones como la del MoMA (cuyo vídeo también podréis ver a continuación), los de John Maus en el Primavera Club del madrileño Círculo de Bellas Artes han conseguido volver a dejarme con la boca abierta. Ver para creer.

JULIO JESÚS TÉBAR


8 Comments

  1. Estoy de acuerdo contigo, Julio. A cualquier cosa, hoy en día, la llaman modernismo y ocurre lo mismo en otros ámbitos como el cine, la literatura o el teatro. Cuanto más rara e incomprensible es la obra, más gusta a los críticos. Dar alaridos no es hacer música porque eso es algo que hace cualquiera, no se necesita un talento especial. Saludos.

  2. Parece que la Yoko le está pisando a un gato la cola. Jajajaja. Si esto es ser vanguardista, entonces resulta que yo soy más tradicional en gustos musicales. Un abrazo desde Málaga, Julio. Y enhorabuena por tu programa. Te escucho siempre.

  3. Yo tuve la desgracia, aunque ya no sé si la suerte, de no estar en el concierto del Círculo de Bellas Artes. Pero un amigo se pasó por allí con muchas ganas de escuchar en directo los temas de un disco que, como dices, es bueno, y se encontró con esto que se ve en el vídeo. Pues sí. Una tomadura de pelo en toda regla. Y como explicas en el post, en playback. Ni loco pago una entrada para ver a un tío haciendo un karaoke a grito pelado.

  4. Desde luego, hay que ser muy snob para aguantar una performance como la de este tío y seguirle el juego. Ni modernidad ni nada. Sólo hay una palabra para definirl esto: VERGONZOSO.

  5. Pues eso lo hago yo también, e incluso mejor. Jajajajaja. Hoy en día, cualquiera se sube a un escenario. Lo peor es que muchos pagan por verlo, aunque su música no suena mal. Por eso, me quedo con el disco.

  6. Una pregunta, Julio. ¿Sabes dónde puedo comprar el disco de Yoko Ono en el que aparece ese temazo que canta en el MoMA? Jajajaja. ¡Vaya tela! ¡Lo que hace tener un nombre conocido! A cualquier cosa le llaman arte.

  7. Si yo me pongo a gritar así en una sala del MoMA, no me da tiempo a pegar ni dos alaridos. Pero claro, es Yoko Ono y entonces ya se considera arte. Y de lo de Maus, una tomadura de pelo. No tiene nombre.

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