Bunbury salda sus «Cuentas Pendientes» con un gran tributo a la música hispana

Enrique Bunbury presenta diez brillantes canciones que suenan a bolero, rumba y emociones a flor de piel.

Enrique Bunbury vuelve a ser actualidad, y lo hace a lo grande: estrenando un magnífico disco que, además de sonar diferente, se percibe como una conversación íntima con el pasado y el presente de su prolífica trayectoria musical. Cuentas Pendientes, su decimotercer álbum de estudio, es una obra maestra que se aleja del rock para abrazar con gran respeto las raíces de la música hispana y latinoamericana, dando continuidad a la exploración sonora iniciada en su anterior trabajo, Greta Garbo (2023).

Grabado en El Desierto Casa-Estudio, a las afueras de Ciudad de México, este nuevo conjunto de canciones se construye sobre una base acústica y cálida, donde la guitarra española, el piano, el contrabajo y la percusión son los grandes protagonistas. Para darles forma, el zaragozano se ha rodeado de los músicos que dominan a la perfección estos estilos: el chileno Sebastián Aracena en las guitarras, los mexicanos Luri Molina al contrabajo y Johnny Molina en las percusiones, y sus habituales colaboradores Jorge “Rebe” Rebenaque y Ramón Gacías, este último también en la producción.

Cuentas Pendientes nos ofrece diez brillantes composiciones que recorren géneros como el bolero, la rumba y el vals criollo. Se trata de un viaje sonoro especial y único que analizaremos a continuación en Plásticos a 45.

LAS CANCIONES DE «CUENTAS PENDIENTES»

01. – Para llegar hasta aquí

Ha sido el primer sencillo, y en él encontramos una introspectiva declaración de intenciones con influencias del Mediterráneo y Latinoamérica. La canción se apoya en la guitarra portuguesa y el acordeón como elementos base para crear una atmósfera nostálgica única. En ella, Bunbury reflexiona sobre su trayectoria, valorando tanto los errores como los aciertos que lo han llevado hasta este momento de su vida.

02. – Saliendo del arrabal

Presenta un ritmo más animado que el del corte anterior, con referencias conceptuales que sitúan al oyente en la experiencia que supondrá escuchar el disco completo. La instrumentación tradicional y la producción orgánica invitan al movimiento y al disfrute.

03. – Las chingadas ganas de llorar

Una de las canciones más emotivas del álbum. Aborda la tristeza con dignidad y aceptación. La combinación de elementos tradicionales y teclados construye un ambiente sonoro que cala hondo y envuelve al oyente en una melancólica serenidad.

04. – Serpiente

Con ritmo contagioso y estribillo pegajoso, esta canción destaca por su accesibilidad y energía. La fusión de voz, palmas y guitarra da origen a un corte irresistible que nos invita a la celebración, evocando el espíritu festivo de los reencuentros más soñados.

05. – Loco

Un bolero melancólico que revela la versatilidad de Bunbury y la calidad de los músicos que lo acompañan. El piano deslumbra en cada aparición, mientras la guitarra aporta el inconfundible sello del artista zaragozano. El tema, compuesto por Pedro Guerra, cobró vida inicialmente en la voz de ambos artistas dentro de Parceiros, el ambicioso triple álbum de duetos del reconocido cantautor canario.

06. – Cuentas pendientes

La canción que da título al álbum, un último vals cargado de introspección. Con una letra que refleja madurez y experiencia, frases como «he muerto y he resucitado» revelan la evolución personal y artística de Bunbury. Una elegante confesión que deja huella.

07. – Te puedes a todo acostumbrar

Mezcla de cumbia y western, la canción crea una atmósfera que recuerda, en su inicio, a las bandas sonoras de Ennio Morricone. La guitarra emerge con fuerza, y el estribillo, magnético, invita a ser coreado.

08. La hiedra

Esta versión reinventa la obra del baezano Pachi García Alis. Bunbury aporta aquí su estilo inconfundible a la composición, dotándola de una nueva dimensión que respeta la esencia original mientras la eleva con su toque tan característico y personal.

09. – Como una sombra

Con un ritmo sosegado, esta canción evoca las composiciones que Pedro Almodóvar ha inmortalizado en sus películas. Es una pieza que invita a la reflexión, ideal para ir cerrando el círculo emocional del álbum.

10. – El baile de los disfraces y la tentación

Un final íntimo que deja huella y cierra con maestría uno de los discos más completos de 2025. La interpretación es cercana y crece de forma sutil pero constante. Los instrumentos se van incorporando progresivamente, construyendo un clímax que, al llegar a su fin, nos deja un vacío emocional… y al mismo tiempo, el irresistible deseo de volver a sumergirnos en este magnífico trabajo.

Cuentas Pendientes no es solo un álbum, es el reflejo de la madurez y la evolución de Bunbury. Orgulloso de sus errores y aprendizajes, el zaragozano presenta una obra que combina producción orgánica con letras que equilibran lo popular y lo literario, invitando tanto a la reflexión como al disfrute.

El álbum ya está disponible en plataformas digitales y en ediciones físicas —vinilo negro, vinilo rojo splatter, CD y cassette— para quienes deseen vivir esta experiencia sonora también en los formatos clásicos. 

Además, para presentar Cuentas pendientes en vivo, el artista ha anunciado una gira que comenzará en julio en Latinoamérica y llegará a España en septiembre. Este tour marcará el reencuentro con su primera banda de apoyo en solitario, El Huracán Ambulante, tras veinte años de caminos separados.