Freddie Mercury, elegido por la ciencia el mejor cantante de la historia

Un estudio científico demuestra que Mercury era un maestro de la modulación, capaz de ejecutar sonidos subarmónicos gracias a la vibración de sus cuerdas vocales.

Coincidiendo con el 72 aniversario del nacimiento de Freddie Mercury, la admiración de sus incondicionales ha vuelto a quedar demostrada con numerosos homenajes repartidos por todo el mundo. El cantante de Queen sigue vivo en nuestro recuerdo alimentado por su impresionante legado y una voz absolutamente inconfundible. Muchos tratan de seguir sus pasos, pero lo cierto es que 27 años después de su muerte, Farrokh Bulsara continúa siendo único e irrepetible.

Ahora, un estudio llevado a cabo por científicos de varios países, ha demostrado oficialmente que Mercury era un maestro de la modulación capaz de ejecutar sonidos subarmónicos imposibles por la vibración de sus cuerdas vocales.

Analizando distintas entrevistas concedidas por el cantante, midieron sus niveles vocales ofreciendo un sorprendente resultado de 117 hercios en una conversación normal, cuando la media en su edad debería rondar la frecuencia de 107 hercios. El estudio argumenta que sólo así se entiende su voz tan personal –caracterizada por un amplio control sobre su registro vocal y la mezcla de registros– y por ello lo definen como «el mejor cantante de la historia«.

La investigación ha confirmado que la voz del cantante era diferente a todas las demás conocidas. El vibrato que producía era mucho más rápido de lo normal, llegando a 7,04 hercios cuando lo habitual es moverse alrededor de 6. Esta característica le permitía alcanzar sonidos imposibles. Eso sí, no ha podido confirmarse el mito que asegura su capacidad de abarcar con facilidad más de cuatro octavas, pero ha quedado demostrado un enorme potencial de barítono, en lugar de la tan frecuentemente comentada clasificación de tenor.

Para certificar estos datos científicos, recuperamos el incendiario concierto ofrecido por Queen en el Estadio Wembley de Londres aquel histórico 13 de julio de 1985. Esa breve interpretación de seis temas en apenas 20 minutos, ante 74.000 asistentes y una audiencia en televisión de 1.900 millones de espectadores, está considerada por muchos «la mejor actuación de todos los tiempos«. Indudablemente, la participación de la banda en el evento benéfico Live Aid, organizado para combatir el hambre en Etiopía, marcó un punto de inflexión en la historia del rock.