La empresa británica transforma las cenizas del difunto en un disco de vinilo completamente funcional con su música favorita.
En 1980, David Bowie estrenó «Ashes to Ashes» y se adelantó a su época, aunque ni siquiera él pudo haber previsto lo profético de su lanzamiento. Ahora, 42 años después, todo amante de la música que desee ser recordado eternamente, dispone de una opción muy peculiar pensada para que sus restos puedan ser escuchados después de su muerte.
La empresa And Vinyly, creada en Scarborough (Inglaterra) por el productor musical Jason Leach, ofrece la posibilidad de prensar las cenizas del difunto en un disco de vinilo incluyendo sus canciones favoritas. «Cuando el álbum de la vida se acaba, ¿no sería fantástico mantener ese disco girando por toda la eternidad?», afirma la promoción con el lema «¡Viva más allá del ritmo!». Sin embargo, también hay quien prefiere recordar a sus seres queridos inmortalizando su propia voz, mensaje, última voluntad o discurso.
Proceso de fabricación
La elaboración implica una minuciosa labor de prensado. Las cenizas son esparcidas sobre el fragmento de vinilo en bruto antes de ser aplastado por las placas. Así, cuando estas ejercen su presión sobre el material, los restos son fusionados con el propio disco.
Al reproducir la música en un tocadiscos, este procedimiento puede provocar algunos crujidos y chasquidos adicionales como resultado de la propia inclusión de las cenizas, pero «nos gusta que esto ocurra, porque significa que ese eres tú», manifiesta Leach al respecto. De hecho, una de las opciones más demandadas del servicio es una pista en completo silencio para que los familiares puedan escuchar «crujir» a sus seres queridos.
Uno de los encargos más recordados fue el de Joe Talbot, miembro del grupo de punk británico Idles, en 2017. Al fallecer su madre tras una larga enfermedad, escribió y produjo el desgarrador álbum «Brutalism» y la empresa se encargó del resto. Con sus cenizas y una fotografía impresa en la portada, se fabricó una edición limitada de 100 copias que fueron puestas a la venta por la propia banda.
Precios
La empresa británica ofrece distintos paquetes que se adaptan a las necesidades y gustos de cada persona.
– Versión Básica: Incluye hasta 30 copias con el nombre del difunto en la portada. El contenido suele ser elegido por la propia persona antes de morir o por sus familiares. Permite incluir canciones, un audio de voz o una pista en blanco que detecte los chasquidos de las cenizas en el disco. La duración máxima es de 24 minutos (12 por cada cara). El precio es de 3.000 euros.
A esta versión básica es posible sumar los siguientes servicios:
– Complemento Artístico: El vinilo incluye un retrato de la persona homenajeada. La portada es elaborada por los artistas James Hague o Paul Insect utilizando acrílico y cenizas. El precio por la pintura es de 3.500 euros.
– Plantillas Sónicas: Incluye una selección de pistas predeterminadas para ser mezcladas con la grabación de voz, pudiendo elegir entre diferentes ritmos dependiendo de los gustos musicales que tenía el difunto. Cada plantilla cuenta con una duración de 3 minutos y su precio unitario es de 250 euros.
-Música “Beespock”: Esta otra alternativa incluye música escrita y producida exclusivamente para el difunto. Es posible participar en el proceso creativo aportando letras, melodías, ritmos… Su importe, desde 500 euros por cada composición.
-Servicio FUNeral: Es la opción más completa. Un equipo de And Vinyly especializado en eventos se encarga de la organización de todo el funeral. Entretiene a los invitados, cuenta algunos chistes o simplemente les hace bailar durante la ceremonia. Por supuesto, también incluye la presentación del disco. El precio es de 10.000 euros.
¿Y a vosotros, cómo os gustaría ser recordados? ¿Qué música incluiríais en vuestro disco de vinilo definitivo?
