El misterioso hombre de la portada de Abbey Road

El 8 de agosto de 1969 The Beatles cruzaban el paso de peatones de Abbey Road. Un estadounidense fue testigo involuntario.

La historia que envuelve a la portada de Abbey Road es sobradamente conocida por los incondicionales de los Beatles. También, algunos de los misterios y señales que alimentaron los argumentos de la leyenda PID (Paul is Dead) y analizaremos en un próximo artículo, aparecen ahí, en los distintos elementos que forman la imagen. Por todo ello, 51 años después, la foto tomada por Iain McMillan en el paso de cebra ubicado frente a los estudios de grabación de EMI en Londres sigue formando parte de la cultura popular. Pero… ¿cómo empezó todo?

El origen de una carátula icónica

Corría el año 1969 y The Beatles se encontraban viviendo sus últimos días como grupo. A pesar de las incómodas tensiones internas que dificultaban la dinámica de trabajo, John, Paul, Ringo y George, regresaron al estudio para dar forma a su duodécimo álbum, considerado por muchos el mejor conjunto de canciones en la trayectoria de la mítica banda.

Desde un primer momento, el disco fue concebido con la denominación Everest, título inspirado por la marca de cigarrillos que habitualmente fumaba el ingeniero de sonido Geoff Emerick. Para la sesión de fotos se propuso un viaje a Nepal, pero en aquel momento las diferencias entre los miembros del cuarteto eran tan evidentes que decidieron sustituir el pico más alto del mundo por cualquier otro lugar que les hiciese pasar el menor tiempo posible juntos. Así que, no encontraron nada más cercano que la calle principal del estudio. El propio McCartney sugirió un sencillo «Abbey Road» como título alternativo y presentó su idea dibujada a mano en un boceto para la realización de la foto que daría lugar a la emblemática portada.

El hombre misterioso que observa la escena

Aquel 8 de agosto de 1969, un turista de Florida llamado Paul Cole, se encontraba disfrutando de unos días de vacaciones en Londres. Cansado de visitar museos, dejó a su esposa para salir a caminar un rato. Amante de las buenas charlas, encontró un coche patrulla estacionado en Abbey Road y rápidamente entabló conversación con el oficial de guardia. Fue en ese instante, a las once y media de la mañana de aquel viernes, cuando el fotógrafo escocés Iain McMillan detuvo el tráfico, colocó una escalera plegable en medio de la calle para obtener mejor perspectiva e hizo caminar a Los Beatles por el famoso paso de peatones pidiéndoles no mirar a la cámara. McCartney se descalzó argumentando que tenía calor y encendió un cigarrillo que, siendo zurdo, sujetó con su mano derecha. Cada uno de los Beatles iba vestido como salió de su casa aquel día: John de blanco, Ringo de negro, Paul de gris oscuro y George con ropa vaquera. Cruzaron la calle de izquierda a derecha y de derecha a izquierda mientras McMillan pulsaba el disparador hasta en seis ocasiones.

La quinta foto fue la definitiva. Lo que no imaginaba Paul Cole es que en ese mismo instante, sin pretenderlo, había pasado a formar parte de la historia de la música. Simplemente, estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado.

La siguiente imagen recrea su punto de vista personal (sin el fotógrafo en escena) aquella calurosa mañana de verano. 

En una entrevista realizada años después, Cole recordó: “En una de esas miré para arriba y vi a estos tipos cruzando la calle como una fila de patos. Los llamé ‘un puñado de locos’, por su look tan radical para la época. Nadie camina descalzo en Londres”. Un año después, encontró el álbum sobre el tocadiscos familiar y se reconoció ahí parado, convirtiéndose en testigo de la historia. «Tuve que convencer a mis hijos de que era yo usando una lupa», añadió.

El protagonista de esta historia falleció en 2008 reconociendo no haber escuchado jamás el disco. Tenía 96 años. 

El Escarabajo blanco

Pero no sólo Paul Cole quedó inmortalizado de forma casual en aquella icónica escena. También el Volkswagen Beetle modelo 68 blanco con placa LMW 28IF que intentaron mover sin éxito, pasó a convertirse en leyenda. Muchos afirman que el coche pertenecía a una joven pareja sueca que vivía cerca del estudio, aunque en el momento de la foto se encontraban fuera de la ciudad disfrutando de unos días de vacaciones. 

En 1986, el vehículo fue adquirido por un coleccionista estadounidense que pagó 23.000 dólares en una subasta organizada por la casa londinense Bloomsbury. En 1998 se volvió a vender y en 2001 terminó siendo expuesto en el Museo ZeitHaus del Automóvil, ubicado cerca de la planta de Volkswagen en Wolfsburg.

En resumen, aquella tranquila mañana londinense del mes de agosto, Paul Cole entró a formar parte de la beetlemanía, el Escarabajo blanco se salvó de la chatarra, Abbey Road dejó de ser una calle tranquila de barrio, el paso de cebra situado frente a los estudios de grabación se convirtió en el más fotografiado del mundo… y por supuesto, los Beatles lograron una de las portadas más icónicas de la historia, a escasos metros del estudio y sin necesidad de desplazarse al monte Everest. 

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Cinco curiosidades de Abbey Road.

01.- Todos los días en la semana del 17 al 23 de julio de 1968, Paul McCartney se adelantaba al resto de la banda llegando al estudio 30 minutos antes del inicio de cada sesión. Su objetivo era grabar las tomas de «Oh! Darling» sin haber desgastado la voz y conseguir la textura que pretendía ofrecerle al single. 

02.- En aquel instante, el ambiente en el estudio era tan insoportable que en distintas ocasiones se necesitó el trabajo de músicos de estudio. Sin ir más lejos, en «Here Comes The Sun», John Lennon, ausente en buena parte de las sesiones, no toca ningún instrumento. La canción fue grabada sin él.

03.- Ringo Starr sospechaba que después de Abbey Road, no volverían a grabar juntos. Por ello, siempre reticente a tocar el solo de batería que tan insistentemente le pedían sus compañeros, cambió de opinión y por primera vez accedió a hacerlo en «The End», el corte que cerraba el disco y resultaba premonitorio en el fin de una época. 

04.- En 1973, John Lennon fue demandado por la editorial de Morris Levy, porque algunas líneas de «Come Together» eran sospechosamente parecidas al tema de Chuck Berry «You Can’t Catch Me». La demanda se resolvió fuera de los tribunales y tras un acuerdo extrajudicial Lennon fue obligado a grabar otras obras cuya propiedad perteneciera a la editorial, evidentemente reconociendo la autoría. Años después, en 1975 y ya como solista, «You can’t catch me» fue versionada en su disco Rock ‘n’ Roll.

05.- Para el productor George Martin y el resto de integrantes de la banda, «Something» era la canción más bonita del álbum. Compuesta e interpretada por George Harrison, ocupaba el segundo puesto en el track list y todos apostaban por ella como un claro éxito. No se equivocaban. Está considerada por muchos la mejor pieza de Abbey Road.

Y el resto, ya lo conocéis. El resto, es historia. 

Julio Jesús Tébar